
Pero pienso que si salgo victoriosa y me enorgullezco del resultado final, me voy a invitar a cenar un solomillo a la pimienta enorme y a darme muchos besitos.
“La paradoja de la predestinación establece que todos los actos que están ocurriendo y que van a dar lugar a un resultado futuro, no pueden ser modificados de ninguna manera. Lo que tiene que ocurrir, ocurrirá, es inevitable”
Estimados o no, habitantes del País de la Negatividad
La reina del pesimismo con ciertas dosis de inestabilidad emocional, paranoia, con cierto gusto por la autodestrucción, comunica que:
Cansada de su reino de historias de vida donde solo se encuentran tragedias de cierto carácter novelesco, con una gran carga trágica y sentimental. Abandona su reinado repleto de desgracias, negatividad, antisocialidad y egocentrismo puro y duro.
No dudando que más de uno y más de dos, se pegaran tortas por mi trono y dejándoselo difícil a mis posibles sucesores. Únicamente me llevo mi humor negro y me sujeto a la teoría del libre albedrio para poder meter la pata sin pensar que un señor con barbita me tiene manía o estar meditando qué puñetas hice en mi vida anterior para justificar ciertas cosas que ocurren.
Se despide, no sin antes desearles una larga vida de desesperanza y autocompasión.
La reina